Villefranche-sur-Mer, en la Costa Azul, entre Niza y Mónaco, en el Mediterráneo, se propaga len la bahía de Villefranche. Es famosa porque muchos cruceros hacen escala ahí. Gracias a los altos acantilados, la ciudad está protegida de los vientos. La ciudad ha recibido varias personalidades y en ella se hicieron más de cien películas y numerosos comerciales.
Consejos
Usted encontrará hermosos recuerdos de viaje: productos hechos a base de lavanda de Provenza, vino, refrescos, especias y otros artículos de artesanía. Andar por las calles de la ciudad le dará la sensación de que se remonta a varios siglos: la ‘Rue Obscure’ calle cubierta de 130 metros, que data de 1260; la Chapelle St-Pierre del siglo XVI, situada en el puerto pesquero; la ciudadela St. Elme que alberga el ayuntamiento y otros monumentos, así como capillas, capturarán su atención.
Nadar en sus aguas cristalinas es una experiencia inolvidable.
Aproveche su estancia para visitar sus tres ciudades vecinss: Niza, Mónaco y Menton. También puede tomar el tren e ir hasta Ventimiglia (frontera italiana).
